Conservación
Para evitar que las piezas se rayen, es recomendable guardarlas en su estuche original sin que entren en contacto con otras joyas.
En los chapados, tanto en oro como en plata, los compuestos limpiadores y los líquidos para pulir no están recomendados, y debe evitarse el contacto con superficies abrasivas. No expongas la joya al contacto con productos químicos fuertes, perfumes o lociones, y quítatelas antes de bañarte, nadar o entrar en contacto con el agua.
Limpia tus piezas regularmente
Casi todos los problemas aparecen cuando la joyería no se limpia debidamente. La suciedad, las bacterias, la grasa o el empañado que se acumula en nuestras joyas deteriorando su calidad, por lo que es recomendable que se limpien regularmente.
Para ello, usaremos una pequeña cantidad de jabón neutro en agua templada y la frotaremos con un cepillo suave. Los cepillos de dientes son ideales para la limpieza de nuestros diseños, debido a los detalles y huecos que de otra manera serían de difícil acceso. Si la pieza estuviera demasiado sucia, la dejaremos en remojo 15 minutos. Después, aclarar las joyas con agua limpia y secar con un paño limpio y suave.